Hemos recibido esta carta de una madre y con su permiso nos hemos animado a publicarla aquí en el blog, porque creemos que merece la pena. :)
Carta de una
Madre:
Hay veces
que escuchas algo que te hace reaccionar y quería compartirlo con vosotros. Eso
me pasó el otro día escuchando una ponencia del Juez de Menores de Granada:
Emilio Calatayud.
Hablaba de cómo un
niño se convierte en un maltratador y, salvando las distancias, dió claves para
que esto no pasase.
Y pensé, es cierto cada vez hay más padres que
comentan con los profesores que no saben qué hacer con sus hijos.: “No me hace
caso, me monta cada una por nada, no está satisfecho con nada…etc”
¿Y qué
hacemos? Todos los profesionales tienen claro que hay que poner límites.
Es fácil
decirlo pero llevarlo a la práctica suele ser difícil. Yo soy madre de una niña
de 14 años y otra de diez, y como muchos de vosotros, me desespero de vez en
cuando y me entran ganas de mandarlas a tomar viento. Pero cómo voy a hacer eso,
son mis hijas y las quiero. Y por eso mismo pienso muchas veces ¿cómo lo hago?
- - Por un lado tenemos las tareas de los niños en casa: queremos que sean las mejores tareas. Que el profesor vea que las hacen bien y empezamos ayudándoles a hacer la flor para la clase de arte y acabamos dándole las respuestas de los ejercicios de matemáticas. Todos tenemos poco tiempo para explicarles cómo se hace. No esperamos a que nos lean el enunciado de la pregunta y lo entiendan, etc… Y nuestros hijos que son muy listos siguen esa ley de la que no nos acordamos nosotros: “la ley del mínimo esfuerzo”: si mi papá me lo dice o resuelve, pues mejor; si en la página web el rincón del vago está publicado, lo corto y pego y ya. Y después nos sorprende que no sepan quien fue Cristobal Colón.
La verdad es
que no debemos facilitarles tanto las cosas. Tenemos que ayudarles pero no sustituir su aprendizaje. Si les
enseñamos a usar el diccionario en vez de decirles lo que significa una
palabra, si les pedimos que piensen en la tabla de multiplicar en vez de
decirles cuanto es 8x6 les ayudamos a aprender y a ser autónomos. Si les damos
los resultados les estamos minando los pilares de sus conocimientos y al final
todo les es más costoso.
- - Por otro lado tenemos el riesgo de que un hijo pueda convertirse en un “maltratador”. Ahí Don Emilio daba alguna pista y decía algo así como “¿cuántos niños tienen móviles mejores que los de sus padres? O ¿Cuántos niños tienen zapatillas de marca más caras que las de sus padres? ¿O más cantidad de ropa, siendo poco lógico porque a ellos no les dura tanto como a nosotros los adultos, que no crecemos a la misma velocidad?”
Porque
sinceramente: ¿cuántos de nosotros de niños teníamos ropa de marca más cara que
la de nuestros padres, o mejores plumas que las suyas, o mejor coche? Tal vez
les consentimos demasiado. Y no les enseñamos a “valorar” lo que cuestan las
cosas.
- - Y por último, tenemos la escasez de tiempo libre que nos deja nuestro trabajo (dentro y fuera de casa). Y no queremos que los niños nos molesten, estamos cansados, se nos echa el tiempo encima, tenemos que concentrarnos en algo y los niños no paran; Es otra cosa que repite el juez en más de una de sus ponencias, y tiene toooda la razón. ¿Quién no le ha puesto la tele a los niños para que le dejen hacer algo? O les presta su teléfono o tablet para que jueguen. ¿Cuántos niños vemos en los restaurantes con un teléfono, consola o tablet? Si así nos dejan comer qué nos importa....
Nos deberíamos molestar en hablar
con ellos, conocerles,
saber qué les gusta y qué no, y si no se quiere hacer esto se les busca un canguro
y se sale en pareja. Pero si se sale con la familia se está con la
familia. Al fin y al cabo ellos no nos pidieron nacer.
Espero no
haberos aburrido con mis pensamientos, pero entiendo que nos debemos parar de
vez en cuando a pensar sobre nuestro mayor tesoro: NUESTROS HIJOS.
MJ. M Martínez.
Para saber más sobre el Juez Emilio Calatayud,podéis visitar su BLOG o ver este vídeo de una ponencia suya, que cuenta con más de 100.000 visualizaciones y medio millar de "Me gusta"