dimarts, 20 de març del 2012

¿SE EDUCA EN EL RESPETO A LA MULTICULTURALIDAD?

En la actualidad hay muchos chicos y chicas que conviven con compañeros de culturas y de procedencias variadas. Se puede observar que, cuando dicha convivencia empieza en Educación Infantil, los niños viven con naturalidad esa situación y no se presentan problemas por el hecho de haber nacido en otro país o por tener otro color de piel. También ayuda que desde los centros escolares se haga especial hincapié en el respeto y en la tolerancia, como pilares básicos para la convivencia.

Las personas solemos considerar nuestra cultura como la mejor y, aunque critiquemos algunos aspectos de la misma, la defendemos si alguien de fuera la cuestiona. Tenemos la mente dualizada, entrenada en ver más lo negativo y en no aceptar las diferencias, ya que se toman como base creencias como: “O estás conmigo o estás contra mí” o “No hay suficiente para todos”. Todo ello lleva a un registro interno de escasez, lo cual supone que la discriminación y la exclusión pueden darse con relativa facilidad, ya que no nos caben todas las personas, ni sus formas de entender la vida, ni en la cabeza ni en el corazón.

(Muchas veces la discriminación de colectivos o de personas no viene por tener una cultura diferente, sino por tener pocos recursos económicos).

El respeto a la diversidad comienza a entenderse y a ejercitarse dentro de la propia familia, ya que suelen darse diferencias evidentes, muchas veces entre los propios hermanos.

El papel que jueguen los padres, tanto en el tratamiento de las diferencias entre los miembros de la propia familia, como ante los comentarios que hagan a sus hijos sobre sus compañeros “diferentes”, va a resultar determinante. Vivir al otro como riqueza y aceptar que hay formas variadas de resolver los problemas y de establecer las relaciones, se constituyen en valores importantes.

A veces son los prejuicios los que llevan a la intolerancia y a la discriminación, por eso es importante conocer al otro.

Hoy resulta fácil relacionarse con personas de otras culturas y conocer sus comidas, sus costumbres o sus manifestaciones artísticas. También puede hacerse visitando exposiciones, yendo a conciertos o leyendo o escuchando sus cuentos y su historia. Y, si hay ocasión, se pueden visitar otros países, pues viajar se constituye en una buena escuela para la tolerancia.